sábado, 26 de febrero de 2011

El Sol

El sol matutino penetra por las dilatadas pupilas de mis ojos, cada uno de sus rubios rayos engrandecen mis deseos de observar con quietud esa enorme rueda de fuego, amarillenta, con un rojizo incandescente

Espero cada mañana la llegada de esa gran estrella atractiva, espero cada mañana el calor que me da. Su desaparición oscurece mis días, mis horas. Me encanta ver el alba, ver como cada bella estrella se esconde en los mas profundo de las montañas, las cuales fingen una bella aureola que rebota de los luminosos rubios del sol.

Amo ver y sentir ese fulgor en mi rostro, amo que ilumine y que desaparezca esos días negros.

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